sábado, 5 de mayo de 2012

La Cabeza bien puesta del Dr. Morín

“La Cabeza bien puesta”

El contexto teórico del Dr. Morín en La Cabeza bien puesta, asume la posición de reformar el pensamiento y para alcanzar tal reforma, hay que reformar la enseñanza y viceversa. Todo ello  conlleva a la idea de un pensamiento complejo, el cual se reconoce como local, ubicado en un contexto determinado que no es completo, se produce y auto-eco-organiza en razón de la incertidumbre.
Morin expone, que lo simple es lo que puede concebirse como una unidad elemental indescomponible, lo simple no existe, solo existe lo simplificado. De allí que el mismo autor expresa, no caer en ilusiones, ya que la complejidad conduce a la eliminación de la simplicidad. La confusión de la complejidad, hace que no se perciba la realidad en el contexto real, hace creer que lo complejo pueda resumirse en la palabra complejidad, retrotraerse a una ley de complejidad. Creer en la posibilidad de eliminar la contradicción, la incertidumbre, lo irracional, llamado por Morin laberinto, en el cual se encuentra el sistema educativo actual.
El planteamiento concreto en el texto; La Cabeza bien puesta señala que la Educación ha de ser organizadora de la organización, donde los individuos conozcan, piensen y actúen en conformidad con los paradigmas culturalmente inscriptos en ellas. En el ámbito de la reforma educativa, propone alcanzar el conocimiento de un todo, ante el cual se ha de aspirar a un saber no parcelado, no dividido, no reduccionista, evitando un conocimiento acción unidimensional y mutilante.
En este mismo orden, expresa la necesidad de reformar la educación para motivar el surgimiento de un pensamiento que se de cuenta de que el conocimiento de las partes depende del conocimiento del todo y viceversa; así mismo que reconozca y analice los fenómenos multidimensionales en lugar de aislar, mutilando cada una de sus dimensiones y analice las realidades que son al mismo tiempo solidarias y conflictivas.
Igualmente, plantea evitar la visión simple del pensamiento, evitar las cegueras, o errores del conocimiento, reconociendo las imperfecciones, debilidades y errores. Hace hincapié, de manera muy general, en los principios de un conocimiento pertinente, un conocimiento que entienda los problemas globales en su contexto y en su conjunto. Ese conocimiento debe superar las antinomias de los conocimientos hiperespecializados e identificar la falsa racionalidad (abstracta y unidimensional), conocimiento que debe venir acompañado por la enseñanza de condición humana, en donde el proceso formativo este guiado en aprehender al ser humano, situado en el universo y a interrogarse sobre nuestro devenir.
Finalmente, para Morin enseñar la condición humana implica crear condiciones en las cuales cada persona reconozca su identidad terrenal, revelando lo humano de la humanidad  y su pertenecía a una comunidad de destino, a una tierra patria. Enseñar a crear cabezas bien puestas más que bien llenas, enseñar la condición humana, iniciar la vida, afrontar la incertidumbre, enseñar  transformarse en ciudadanos.

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