sábado, 5 de mayo de 2012

Teorias Educativas

              Gestión Concertada, Dialógica y Participativa de los Docentes como Medio de Fortalecimiento al Sistema Educativo

La Filosofía política actual del país, tiene su equivalente en una Filosofía de la Educación, centrado en un nuevo modelo de sociedad, que se convierte en el ámbito para la formación del nuevo ciudadano, quien hará posible la nueva república. El espacio para construir esta formación es la nueva escuela como centro del quehacer de la comunidad y eje del desarrollo local.
Desde esta perspectiva, se concibe a la escuela como el lugar donde se forma el nuevo ciudadano y la forma como se llevan a cabo estos cambios es a través de una transformación, ya que así se podrá brindar respuestas al país en la formación del ciudadano que, como agente de cambio, garantizará a futuro la consolidación del concepto de transformación permanente que amerita la sociedad.
La educación como proceso social, conduce a la interacción activa y efectiva de los involucrados, por lo tanto debe ser pertinente a las necesidades del individuo, principalmente su formación,  y  a través de una gestión concertada, dialógica o participativa que se ha  se lograr la transformación  de los alumnos, puesto que  se permite adecuar las condiciones, y construcción de aprendizajes de todas las niñas y  niños, así como de otros agentes, en lugar de restringirla.
Ahora bien, en este sentido se ha podido observar tendencias que demuestran desinterés y poca motivación hacia la  innovación, planificación y cambios que se gestan actualmente, por lo tanto no hay apertura al cambio,  igualmente falta de adaptabilidad a las circunstancias existentes, lo que ocasiona seguir formando personas sin sentido crítico, ignorantes de la realidad circundante, bloqueados desde el nivel de participación y sin herramientas básicas para tomar decisiones en situaciones problemáticas de su entorno.
En relación a lo expuesto, y al modelo bolivariano que se está adoptando en nuestra sociedad, queda evidente que la dialogicidad es una condición indispensable para el conocimiento y como todas las personas poseen habilidades comunicativas que les permiten comunicarse y actuar en el entorno, es un reto que las desarrollen y utilicen en buen sentido de manera que se conviertan en protagonistas activos de las transformaciones que caracterizan a la sociedad actual.
Igualmente cabe señalar, que en el ámbito educativo es posible detectar tendencias hacia la praxis tradicional, donde se neutraliza la participación y construcción de aprendizajes en función del diálogo, mucho menos se permite ir replanteando el aprendizaje tomando en cuenta el interés y necesidad que tenga la población estudiantil, en  situaciones del contexto sociocultural al que pertenecen.
En este sentido cabe mencionar, que existen instituciones conducidas por gerentes que cumplen con la actuación básica de directivo, mas la practica misma de su gestión ha de ir más allá, puesto que en la educación y en cada institución hay muchos procesos implícitos y cada uno presenta características particulares y generan problemas diferentes, entre estos se encuentra, la falta de comunicación o diálogo entre los actores lo que genera consecuencias que van en contra del rendimiento estudiantil e institucional, ya que el clima organizacional escolar que se requiere se ve afectado de manera preocupante, puesto que cada miembro del personal escolar se aísla del resto del colectivo humano.
 En consecuencia, se debe plantear en la praxis, una gestión escolar que busque la integración como un todo, donde los estudiantes alcancen alto rendimiento académico, por lo que convenientemente se debe conducir un sistema escolar de la manera más eficiente, buscando estrategias que permitan alcanzar una educación de calidad, tal como lo establece el aprendizaje dialógico en su principio regulador y como lo señala Garmston y Wellman (1999): “ El aprendizaje dialógico en su concepción establece que el aprendizaje depende principalmente de las interacciones entre las personas, de la construcción conjunta de significados y un modelo de desarrollar el diálogo reflexivo es a través de grupos interactivos. En estos grupos se estimula el cambio de roles, unas veces se enseña y otras se aprende del otro, la cooperación y la colaboración”.
Del mismo modo, se puede señalar que actualmente esta sucediendo lo contrario, las instituciones escolares o el sistema educativo tradicional ha utilizado y sigue utilizando habilidades académicas que están muy alejadas de lo que es el aprendizaje dialógico, ocasionando la exclusión de muchas personas que no tienen acceso al procesamiento de la información, sino a la memorización de contenidos y al sentido dictatorial del docente, por lo que se plantea la puesta en práctica de este enfoque  basado en la puesta en práctica del perfil que caracteriza al educador o gestor bolivariano, y a la utilización de habilidades comunicativas, de tal modo que participen más activamente los diferentes actores escolares  de forma más crítica y reflexiva.
En este sentido, el problema detectado por la investigadora es la presencia de docentes, directores arbitrarios, que no promueven el diálogo y la comunicación en  estudiantes, en el personal que labora junto a ellos, simplemente ordenan e imponen sus ideas sin escuchar, por lo que causa desvinculación  y aislamiento. En el contexto observado solo se controla, creando diferencias y conflictos entre las personas y las unidades de la organización. La realidad en la escuela primaria observada, muestra  una crisis escolar, ya que se presentan diferencias notables entre los actores, mucha cuota de poder por parte del gerente, lo que en consecuencia, genera falta de compromiso, desconfianza, aislamiento, entre otros en el personal y demás miembros, ya que no solo afecta a docentes, sino también a estudiantes, representantes, administrativos, obreros y demás miembros de la comunidad.
Igualmente, la investigadora pudo observar los modos de referirse al problema detectado, a su persistencia y a sus efectos perversos en las condiciones de la institución, ya que hay debilitamiento de los marcos de la racionalidad en la convivencia social, haciendo inevitable la confrontación. En este sentido, cabe retomar la confianza en el sistema bolivariano, en el diálogo y en la participación,  como un recurso o una alternativa para afirmar el espacio de la racionalidad en el seno de la convivencia escolar por lo que se reclama un gestor que garantice un clima de confianza y creencias renovadas, que promuevan el diálogo constructivo calificativo.
De igual manera, cabe mencionar que en gran cantidad de centros educativos, se considera el trabajo basado en la adquisición de contenidos, centrados en la capacidad del alumno y del individuo para reconstruir y encontrar significado al conocimiento, además se centra en otros de índole más social, por lo que se plantea un principio regulador, el aprendizaje dialógico  y participativo, que se centre en una dinámica interactiva de co-construcción en el que puedan intervenir otros actores además del docente – alumno, lo que quiere decir que el aprendizaje va a depender  principalmente de las interacciones entre personas y de la construcción conjunta de significados.
Se establece entonces, conjugar desde este enfoque elementos que reflejen fielmente en la praxis intenciones de buena gestión desde la concepción  concertada, dialógica, y participativa, abarcando al conjunto de la comunidad que enseña y aprende incluyendo a padres, madres, otros familiares, voluntariado, alumnado, docente y otros profesionales, donde por otro lado, todos son aprendices a través del diálogo.
Es así como el cambio en la gestión de instituciones educativas no solo se logra modernizando sus equipamientos y tecnologías, es también y principalmente, cambiando las tradicionales concepciones y aplicar nuevos estilos de gestión que fortalezcan en pro de los procesos formativos. La necesidad de potenciar el papel de la dirección y gestión escolar se revela cada día más como una condición imprescindible para enfrentar los problemas de nuestra época, de nuestras instituciones y alcanzar los objetivos de la educación, propiciando altos niveles de eficiencia y eficacia, todo lo cual condiciona su importancia en la realidad actual.

Teoría del Socio Constructivismo
La teoría que  se ajusta y sustenta el estudio,  es la Teoría del Socio Constructivismo de Lev. Vigostky, puesto que en esta se sostiene que el aprendizaje es esencialmente activo. Una persona que aprende algo nuevo, lo incorpora a sus experiencias previas y a sus propias estructuras mentales, donde cada nueva información es asimilada y depositada en una red de conocimientos y experiencias que existen previamente en el sujeto. Como resultado se puede decir, que el aprendizaje no es ni pasivo, ni objetivo, por el contrario es un proceso subjetivo que cada persona va modificando constantemente a la luz de sus experiencias.
De igual manera, se dice que el conocimiento, es un producto de la interacción social y de la cultura, ya que el ser humano o la persona es eminentemente social y es el contexto donde se logra un aprendizaje significativo. También se señala, que el origen de todo conocimiento no es entonces la mente humana, sino una sociedad dentro de una cultura, dentro de una época histórica, y se aprende porque  al individuo se le ha enseñado a construir a través de un dialogo continuo con otros seres humanos, piensa, comunica lo que ha pensado, confronta sus ideas y de ahí construye.

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