domingo, 6 de mayo de 2012

LA TRANSDISCIPLINARIDAD Y LA CIENCIA COMO FUNDAMENTO DE UNA EDUCACIÓN PARA LA PAZ Y LA JUSTICIA “AUTOR DANIEL ROBERTO ALTSHULER


LA TRANSDISCIPLINARIDAD Y LA CIENCIA COMO FUNDAMENTO DE UNA EDUCACIÓN PARA LA PAZ Y LA JUSTICIA “AUTOR DANIEL ROBERTO ALTSHULER
El impacto que la pseudociencia ha tenido a través de la integración de proyectos en ciencias.
            Al respecto el profesor Altshuler, reflexiona sobre la importancia de una educación interdisciplinaria, expone que la educación científica, aunque con sus defectos proporciona el pensamiento crítico, en contraste encuentra que muchas creencias (pseudociencia) entran en conflicto con el conocimiento científico. “Sin pensamiento crítico los ciudadanos no son capaces de distinguir entre la pseudociencia y la ciencia.
Entonces somos lo que sabemos no lo que tenemos.
Bueno entonces el pensamiento racional y la actitud critica se identifican generalmente con el método positivista, y de no ser así es ingrediente importante en todos los campos del quehacer humano; en la industria, en lo economía y la política en los cuales sin razón y honestidad no se llega a ningún lado ni se escala ningún peldaño. Consiste en cuestionar sistemáticamente las premisas usadas, en las cuales reside nuestro sistema de creencias.  El ser humano cree en lo que circula en su entorno y así lo lleva y lo trasmite más aun lo práctica.  Así que no se puede evitar los sesgos emocionales y cognitivos, pero si se puede analizar la validez de3 los razonamientos empleados y contrastan en lo posible con la prueba empírica.
La falta de conocimientos matemáticos element5al en muchos casos, la raiz de la alarmante prevalencia de la pseudociencia y de la efectividad de la demagogia política que utilizan estadísticas manipuladas para convencer a los inocentes.  Cabe reflexionar sobre éste aspecto que hay que meterle al cerebro conocimientos que le permitan tener una actitud crítica, de lo científico y de las destrezas de razonamiento u cálculo es parte del entrenamiento de los profesionales, pero es de igual importancia en la vida cotidiana en la cual nos enfrentamos al contraste vaivén de argumentos falaces formulados por demagogos y estafadores materiales o intelectuales, algunos maliciosos y otros victimas de su propia falta de pensar crítico.  Según lo expresado por el autor el despertar colectivo es nuestra que va a ser radical, se va cambiando según las necesidades, como se nos van presentando en el futuro de las sociedades, una nueva ética global que demande la nueva meta-educación que presenta el autor del tema.
Frente a estos aspectos en realidad la educación debe potencial a que llegamos al futuro en condiciones originadas por nuestras decisiones y vocaciones y no impuestas por la naturaleza las cuales serian muchas más dolorosas para nuestros hijos.
El rol fundamental de la educación como base de la sociedad determina que en gran medida el carácter y la manera de pensar y el comportamiento de los ciudadanos.  Si no logramos forjar un cambio en la educación del ciudadano no encontramos lo alusiva paz y justicia que la mayoría deseamos y es posible que en el futuro la educación pre-universitaria se congestione por elementos que no van con su principio en hecho es que muchos conocen poco de geografía, literatura, o historia y casi nada de ciencia y apenas comprender su segundo idioma.
Luego de muchos años de escuela saben leer y escribir, sumar y multiplicar y alguna otras cositas que se hayan colado por ahí. La enseñanza se implementa con la exposición interminable en una enorme cantidad de hechos que se memorizan para pasar alguna prueba o materia y que luego son olvidados prontamente gran cantidad de información y poco conocimiento.
Se puede inferir que en la met6a- educación hay que educar para la vida, en conocimiento paz y justicia y así se llega al futuro.
No debemos dejar que la complejidad del problema esconda dos factores básicos, es posible una educación de calidad, una educación que tenga carácter transdisciplinario y temperamento científico, sí los maestros no lo han tenido. Es además atraer maestros de excelencia sin un sistema educacional atractivo desde el punto de vista salarial y social  una enorme responsabilidad del futuro recae en la escuela de pedagogía y de un sistema político que deberá decidir cuánto le importa el futuro.
En cuestión, está muy lejos de poder enfocarse en forma local, es decir en forma aislada del contexto global de las transformaciones educativas.  Se encuentra en muchos países del mundo, a merced de un voluntarismo tecnopolítico iluminado y urgido por la ansiedad de transformar un sistema que siempre se resiste.  Prueba de ello es la experiencia acumulada en los últimos veinte años (sin muchos aciertos) en la aplicación de distintas reformas educativas.
A pesar de las diferencias en las posibles soluciones y aplicación en los, distintos niveles educativos y de formaciones científicas y tecnológicas, y por los cambios emergentes en el orden social y profesional se encuentran obsoletos por causa de los profundos cambios económicos y culturales. Las organizaciones educativas suman a su desorientación actual, un creciente aislamiento institucional con respecto a los desafíos sociales y laborales, en particular, y a las transformaciones de la cultura y la vida en general.
Es necesario integral con esfuerzo los conocimientos, requeridos por el docente con una relativa experiencia en dinámicas interdisciplinarias y una visión transdisciplinaria del mundo, basándose en un modelo epistemológico muy cercano a la visión sistémica de la realidad, el cual los docentes en general aún desconocen.
Se requiere una gestión organizacional inteligente basada en un sistema integrado de formación- aprendizaje de toda la comunidad educativa.  Esto  entra en conflicto con el hecho de que los establecimientos educacionales muestran carencias de infraestructura, y sufren falencias muy serias de estrategias de gestión y planificación. Se constata que persisten visiones, esquemas  perceptivos y organizacionales obsoletos en la formación de docentes y en la gestión institucional.
Entre otras cosas, la reestructuración de las formas de conocimiento, con sus medios de trasmisión y con los modelos de articulación en los programas de estudio, en las disciplinas y sistemas de ideas la reconfiguración del paisaje social y económico se entreteje. También cobran su verdadera dimensión el desafío de la articulación de los saberes, mediante un análisis crítico del surgimiento y el debate en torno a las nociones de multidisciplinariedad, interdisciplinariedad y transdisciplinariedad, en relación con el actual contexto de mutación global;  y, de otra, la necesidad de ensayar distintas aproximaciones sobre las condiciones metodológicas que posibilitarían una verdadera práctica interdisciplinaria en educación.
Se agrega la necesidad de un análisis crítico de las distintas posturas y debates en torno a la problemática de la transdisciplinariedad.  Dicha problemática está i9mplicita en los diseños curriculares y está directamente relacionada: con la crisis y emergencia de nuevos paradigmas; con la complejización del mundo de las ideas; con la fragmentación de la vida social y con la usencia de espacios religantes para el desarrollo de la vida espiritual.
Sin embargo, este análisis no basta para disipar confusiones, malos entendidos y falsas expectativas. Es muy común confundir el trabajo multidisciplinario con una actividad interdisciplinaria, cuando en realidad se trata de una relativa comunicación o intercambio entre profesionales de diversas áreas.  Así como también se observa con frecuencia la confusión entre actividades interdisciplinaria, que en la mayoría de los casos es una yuxtaposición de disciplina y actividades.
Según García, el punto de partida para la resolución de los problemas concernientes a la construcción de estudios interdisciplinarios no consiste en tomar como punto de partida las interrelaciones entre las disciplinar, sino requiere partir del análisis de las interrelaciones entre los fenómenos y los procesos que son objetos de estudio.  Asismo, muchas veces se utilizan “interdisciplina” y “transdisciplina” como sinónimos; si bien es un error, es posible advertir que éste puede surgir del hecho de que el término “transdisciplinariedad” es de origen reciente y está sujeto a un debate que, como tal, produce una cierta ambigüedad en su significación y aplicación.  A esto se agrega el problema de que este término sugiere relaciones de transformación que exceden el propio campo científico, y a su vez, ponen en cuestión su organización y autonomía.

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